Servus, pecadores de Sodoma.
Tenía en mente comenzar esta entrada con la frase “por increíble que parezca…”. Sin embargo, ahora que lo pienso bien, el tema que me propongo tratar no tiene nada de increíble. Muy al contrario: es una muestra de la necia y constante idea de los creyentes de que todo el mundo tiene la obligación de creer en lo que ellos creen.
El tema en cuestión es un argumento (si se le puede llamar de esta forma) que algunas veces hacen los creyentes en contra del ateísmo; de hecho, no hace más de dos días que los escuché de la boca de una ferviente católica. El “argumento” en sí sugiere que los ateos odiamos a Dios. Es decir, que todos los ateos realmente creemos en Dios, pero que lo odiamos porque no nos deja hacer lo que queramos. De esta manera, los ateos supuestamente le damos la espalda a Dios, o decidimos rechazarlo, para así poder hacer lo que nos de la gana.
Primero que nada, sé lo que están pensando y sí, el argumento es totalmente estúpido. Sin embargo, es conveniente saber exactamente en qué falla, para que así el lector pueda gentilmente apuntar los hoyos del argumento cuando lo escuche en su próxima cena de caridad. Como he dicho antes, uno de los objetivos de este blog es equipar a mis hermanos ateos con las armas para derrotar al monstruo del deliro y el irraciocinio .
El argumento también parte de la idea de que todo el mundo ha oído hablar del Dios en cuestión. Y, en efecto, es posible revertir la pregunta al que la preguntó. La chica católica que mencionaba antes se quedó sorprendida cuando le dije que ella realmente creía en Allah, pero que lo odiaba para así poder desobedecerlo.
Ahora bien, una falacia aparente en el argumento es la tonta idea de que los ateos hemos rechazado a Dios. ¡Pero por supuesto que hemos rechazado a Dios! Sin embargo, los ateos rechazamos a Dios como concepto y como idea, de la misma manera en la que rechazamos a Santa Claus. Los ateos NO rechazamos a Dios como rechazamos a una novia que nos jugó mal o a un amigo que nos traicionó. Los ateos no creemos en Dios, y para rechazarlo en el sentido que pretenden los creyentes es necesario creer en él.
No odio al Dios de la Biblia, ya que no existe. Sin embargo, lo odio como odio al personaje malvado de un libro. Judeo-crsitianos del mundo, por favor explíquenme: ¿exactamente qué hay en el personaje de Yahvé que pueda gustar?
Aun después de poner el párrafo anterior sobre la mesa, muchos creyentes dirán que en realidad nos estamos engañando; es decir, que muy en el fondo creemos en Dios, pero que los rechazamos para así poder desobedecerlo. Esto es una idea más bien estúpida ya que si todo lo que los ateos realmente quisiéramos fuera hacer lo que nos diera la gana, no necesitaríamos rechazar a Dios. Simplemente inventaríamos un Dios que aprobara todas nuestras acciones, sin importar cuán viles pudieran ser. Después de todo, ¿no es eso lo que hacen todas las religiones?
Los ateos no creemos en Dios simplemente porque no hay evidencia ni razón alguna por la cual creer en Dios. Más claro, el agua.
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Estoy de acuerdo, pero... Al parecer la creencia tiene su base en la parte irracional que aún portamos en nuestros cerebros, por lo tanto ambas; creencia y emoción irracional son iguales, lo cual explica el tirón religioso a pesar de los tiempos en que vivimos.
ResponderEliminarsalu2.
Yo no creo que la creencia en un dios sea un atributo innato del ser humano.
ResponderEliminarEl hecho de creer en un ser superior es sin duda algo irracional; sin embargo, yo creo que se puede explicar en términos evolutivos, ya que la creencia en un dios tiene cierto valor de supervivencia (o tuvo...)
Hola. Es la primera vez que comento aquí, aunque había dejado marcado este post (me causó gracia el título). Espero que sigas escribiendo y (aquí viene la publicidad) que visites mi blog, Alerta Religión. Necesitamos que se digan algunas cosas, aunque los creyentes no quieran oírlas. ¡Saludos!
ResponderEliminarPerdón por la tardanza de la respuesta, pero hasta ahora que he vuelto a tener el tiempo de escribir en el blog... Gracias por tus comentarios, ya he visto tu blog y... qué decir, me he suscrito inmediatamente. Muy crítico y muy bien investigado, me gusta.
ResponderEliminarBueno creo que su punto de vista es claramente redactado, solo algunas preguntas?, qué es lo que creen realmente?, se que no creen en Dios, pero entonces de donde salio el mundo, el universo (de una explosión?, y el primer átomo, célula de donde salio? salio de repente y se formo un universo de repente y una tierra por arte de magia...a no por miles de millones de años verdad?. Darwin no estaba tan perdido el decía que la vida había surgido en el agua y eso es cierto la Biblia lo dijo antes de que Darwin lo hiciera, en lo único que se equivoco fue en hacer a un lado al diseñador de al tierra.
ResponderEliminarSi ves un traje en un aparador y es el mejor traje que has visto en tu vida, costo del traje $100,000, tiene una de las mejores telas y tiene el mejor diseño que has visto, tienes que saber que forzosamente hubo un diseñador que creo ese traje
Tú simplemente eres un diseño.
Hola yafé, gracias por tu comentario. Vamos por partes...
ResponderEliminarNo, no creo en Dios ni en nigún ser divino creador del universo.
Me preguntas de dónde salió el universo y la respuesta es simple: no lo sé. Sin embargo, el no saberlo no significa que Dios lo haya creado, esto sería simplemente invocar al "dios de los hoyos". Cada vez que encontramos un "hoyo", algo que no podemos explicar, tapamos ese hoyo con la palabra Dios y ya está... tal como sucedía con las enfermedades, el trueno, los terremotos, etc. fenómenos totalmente explicables en el año 2010, pero que antes, a falta de una explicación científica, eran causados por Dios. No es malo el no saber cosas, es malo el proponer explicaciones sin evidencia.
Ahora bien, en un aspecto más técnico, te puedo decir que me inclino por la teoría de la fluctuación cuántica, la cual dió origen al universo sin necesidad de un creador.
Respecto a Darwin, él nunca se ocupó del origen de la vida en la tierra (abiogénesis), él se ocupó del proceso de adaptación y transformación de las especies (evolución).
Finalmente, el ejemplo del traje que mencionas es falaz, y me parece similar al del reloj: si un extraterrestre encontrase un reloj, al analizarlo y ver sus características, debería concluir que el objeto fue diseñado y, por lo tanto, tiene un diseñador, no?
Tal vez, pero este tipo de ejemplos no aplican a seres vivos, ya que ni un traje ni un reloj son organismos capaces de reproducirse, de morir o de sufrir mutaciones biológicas; es decir, no pueden evolucionar. Los seres vivos sí, por lo que es fácil ver que su complejidad nace de una evolución y no de un diseño.
Te invito a que sigas leyendo el blog y dejes tus comentarios, ya que un punto de vista diferentes nos haría bien a los dos. Un saludo
Yo soy creyente, y pienso con todo respeto que te equivocas y generalizas, yo creo en dios si, pero no digo que tu o que los ateos en el fondo crean en el, sino creen, pues simplemente no creen, asi como yo no creo en santa claus, y no lo digo por que realmente no me importa si crees o no en el, me basta con hacerlo yo, ni tampoco te quiero hacer creer en el, por que como dije, me basta con hacerlo yo
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